Evaluación

La evaluación de los estudiantes debe ser continua, es decir, seguir un proceso de acompañamiento, además la evaluación es integral, porque abordan al ser humano en las diferentes etapas del desarrollo, en los procesos del conocimiento y en la interacción social.

Los principales objetivos de la evaluación son:

a) Valorar el alcance y la obtención de logros, competencias y conocimiento por parte de los educandos.
b) Determinar la promoción o no de los educandos en cada grado de la educación básica y media.
c) Diseñar e implementar estrategias para apoyar a los educandos que tengan dificultades en sus estudios.
d) Suministrar información que contribuya a la autoevaluación académica de la institución y a la actualización permanente del plan de estudio.

Evaluación Bimestral

El año escolar está dividido en cuatro perí­odos académicos (bimestres), en los cuales, además de las actividades cotidianas se programará actividades especiales que por su proceso de trabajo y contenido merecen asignárseles fechas determinadas de mutuo acuerdo entre el educador y los estudiantes del curso, entre esas actividades especiales están: evaluaciones, informes de lectura, laboratorios, consultas, salidas de campo y otras.

Presentación de materiales: cuadernos, carteleras, mapas, grabaciones auditivas o visuales, maquetas, reproducción de módulos, carpetas con documentos y registros.

Exposiciones orales para el curso o para presentaciones especiales ante la comunidad educativa.

Exposiciones de trabajo en jornadas cientí­ficas, artí­sticas y deportivas ante la comunidad educativa.

Evaluación escrita: para reconocer con sentido de globalización los temas de una unidad temática de tal manera que el educando demuestre suficiencia en la materia.

Durante todo el bimestre los docentes se forman un concepto por medio de las notas, la participación y el interés de los estudiantes y esta será en definitiva la nota que aparezca en su informe. De ser necesario, deberá planear actividades de refuerzo y recuperación, buscando que los estudiantes logren superar la mayoría de los logros propuestos para el bimestre.

Nota: toda actividad especial, debidamente programada hará parte de un logro necesario en el proceso de formación, el cual debe alcanzarse para considerarse aprobada la materia.

Métodos de Evaluación

La evaluación diaria tiene múltiples prácticas a través de las cuales se pueden verificar los avances o limitaciones de los educandos en el proceso pedagógico.

Estos medios son:

Observación: Apreciar la actividad realizada por el educando en el trabajo de clase. Además implica atender todas las manifestaciones, actuaciones y reacciones que permitan identificar logros y dificultades en el proceso educativo.

La atención en cada una de las actividades y la concentración en el trabajo son logros estratégicos que se evidencian en los ritmos y calidad del trabajo; la constancia y la puntualidad son logros personales que evidencian esfuerzo y superación; la correcta disposición, el aseo y la buena presentación son logros estéticos que evidencian el orden.

Todos estos aspectos determinan la eficiencia y conducen a la excelencia.

Materiales de trabajo: Verificar que el estudiante traiga los elementos solicitados para actividades desarrolladas en clase.

Participación: Valorar la disponibilidad, atención e intervenciones apropiadas que el educando hace, para contribuir a la dinámica y enriquecimiento de la clase.

Informes: Leer, analizar y emitir un concepto sobre los trabajos escritos asignados a los educandos y relacionados con lecturas, laboratorios, consultas y salidas de campo.

Trabajo en grupo: Estimar la capacidad para interactuar en equipo, teniendo en cuenta aportes temáticos, gestión de recursos, presentación de materiales, planteamiento de ideas respeto en el uso de la palabra, espí­ritu solidario, habilidad para controvertir y llegar a acuerdos, capacidad para concluir y sintetizar siempre en busca de la verdad.

Pruebas escritas: Puede hacerse en cada clase, como una ayuda para recoger la sí­ntesis de lo aprendido y deben programarse al finalizar unidades temáticas para ir globalizando el tema, realizar análisis crí­tico y ejercitar la memoria productiva.

Pruebas orales: Permiten disertar, debatir, opinar y favorecen la expresión oral con fluidez verbal, vocabulario apropiado y dominio de los temas.

Algunas de estas prácticas son: conferencias, discursos, charlas, foros, simposios, coloquios, debates, panel, entrevista.

Diálogos: Programar conversatorios entre los educandos y facilitar las charlas del profesor con el educando que permitan comprender y entender mejor la posición de la otra persona, elevar la capacidad de escucha, acrecentar el nivel argumentativo proponiendo y organizando las ideas, formar corrientes de opinión y establecer consensos.

Entrevistas: Conversación directa del profesor con el educando para verificar y confrontar el dominio de un tema.

Representaciones: Poner en escena determinados temas a través de dramatizados, mimos, fonomí­micas, revistas musicales, danzas, cantos y otras actuaciones que combinen espacio, tiempo, color, sonido, movimiento, coordinación y desenvolvimiento.

Producir textos y ensayos: Promover el análisis literario, social, filosófico, artí­stico, cultural, deportivo, recreativo, científico, tecnológico y religioso, de tal manera que el educando plantee tesis, confronte pensamientos y fije criterios sobre determinados temas.

Posición personal: Postura y criterio claro, coherente y de proyección social ante los acontecimientos de la naturaleza, la vida, la ciencia, la tecnologí­a, el arte, la religión, la cultura y la sociedad.

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